Ver esta casa y no poder evitar mirar y mirar sus fotografías porque transmite tantas cosas bonitas.... Pero lo más increíble es que tiene una sencillez que atrapa, además está llena de ideas fáciles de hacer y llevar a casa.

A veces nos complicamos en crear espacios llenos de muebles, figuritas, cuadros, floreros y sin embargo muchas veces la clave está en quitar cosas. Abrir el ambiente a la luz y la claridad y contar con los elementos imprescindibles para llevar una vida tranquila donde reine la paz y el orden.

Esta casa que te traigo tiene todo esto y más porque está encantada.

Lo bonito de las casa encantadas es que todas tienen historia, ésta en particular fue construída por una familia de pescadores en la isla de Formentera sobre los años 60. 

Después de quedar deshabitada, los hijos del matrimonio decidieron restaurarla para crear una casa de vacaciones donde los turistas pudiesen sentir cómo sería una vida sencilla en la isla. Contactaron con la interiorista Estela Gómez Lupión para encargarle la decoración y el resultado fue fascinante.

En tan solo 37 metros cuadrados se crearon estancias para invitar a relajarse y disfrutar de la luz y del entorno natural de la isla.

Estela decidió usar suelos y paredes blancas porque constituyen el lienzo perfecto sobre el que poder salpicar algunas pinceladas de color.

Para dar al interior un toque orgánico, en conexión con el entorno, se utilizaron materiales naturales como la madera envejecida, la fibra y tejidos de lino, algodón y arpillería.

Ahora sí te dejo con ella.

Como ves, son 37m2 a los que se le han sacado muchísimo partido y en los que yo viviría encantada de la vida.

Y para terminar te dejo con una frase de la decoradora que me ha encantado y con la que estoy totalmente de acuerdo.

Déjame tu comentario diciéndome qué te ha parecido, estaré encantada de leerte. 

Te mando un abrazo, Karina.

Via: Chicdeco Blog, El Mueble